De pronto amaneció
te levantaste rápidamente,
corriste a la ventana
y gritaste mi nombre, amándome.
Nunca olvidaremos esa noche,
en donde aprendimos a vivir,
pero nunca te olvidaré,
y sé que iré a acompañarte en donde estés.
No dejes de venirme a visitar;
cada madrugada en que vienes
es para mí todo lo que tengo.
Ya quiero estar contigo,
llévame por favor.
Tú sabes porque no fui a tu entierro.
Tu alma se quedó conmigo. Te amo
hbt - 04/02/97 - 2am
Que hermoza y profunda.....estas palabras realmente me tocaron el alma.
ResponderEliminar@bbGracias por este bonito comentario.
ResponderEliminar