viernes, 10 de septiembre de 2010

Ese momento (Dedicado)

Aquella tarde, ni frío, ni calor
fue lo más inexplicable,
al rozar tu mejilla con mi boca, sólo, sí,
sólo al sentir así como aspirar tu cálido aliento,
tus manos aferradas a las mías,
como a mi espalda como grapas.
Tanta presión guardaba en mí,
salió como un relámpago hacia tu boca,
de ahí a tu corazón.

No lo creo, es tan bello,
me drogué en mis pensamientos,
me pusiste la mente sólo a lo blanco,
mis movimientos con los tuyos
formando formas o figuras abstractas,
adheridos por los labios,
intercambiando sentimientos y sí, lo juro,
intercambiando sentimientos,
lo más bello del amor,
sí, tú.

hbt - 09/02/94 - 1:30am

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